11 jul 2013

SR. PRESIDENTE, LA CALLADA POR RESPUESTA NO ES UNA OPCIÓN


Los papeles de Bárcenas, la contabilidad filtrada por anonymus, un sombra de sobresueldos sobre el presidente y ministros, la supuesta financiación ilegal durante más de 20 años del Partido Popular…llenan portadas y titulares de todos los periódicos.

Cada mañana amanecemos con un nuevo escándalo y nos acostamos sin que nada haya ocurrido. Escándalos que lejos de apuntar a una única persona parecen conformar todo un complejo entramado supuestamente orquestado por una cúpula que ahora guarda silencio. Una cúpula que lejos de dar la cara parece haber hecho un “pacto de silencio”, una cúpula más preocupada en enviar un “argumentario de urgencia sobre los papeles publicados por el mundo” que en esclarecer el caso, una cúpula que cancela sus actos y compromisos para así evitar a la prensa…una cúpula que no solo son los dirigentes del Partido Popular, sino que también son los responsables de dirigir actualmente nuestro país.

Un partido, el PP, al que se le están descubriendo a diario situaciones escandalosas, coches de lujo semi-invisibles en el garaje, viajes de ensueño que, por arte de magia, no se pagan, deslumbrantes iluminaciones de regalo de bodas o “sobres” viajeros en cajas de puros…es un partido infectado por la corrupción, y como la sólida viga de madera que sostiene la casa, acabará por caer y derrumbarse cuando los agujeros de esa carcoma que los corroe sean, como son ahora, más que visibles y hayan minado la solidez de la estructura.

La contabilidad “B” del PP, esa que llaman presunta y que, con extremada lentitud, ha dado con Bárcenas, por fin, en la cárcel, nos ha traído entretenidos en los debates. Pero ha terminado por ser la propia contabilidad “A” la que ha asombrado a todos completamente. Ofrecida su publicación en numerables ocasiones por el que se autodenomina el partido más transparente, ha tenido que ser “colgada” finalmente en la red por un hacker que “les ha tenido que facilitar la tarea”. La prueba de que no había ninguna intención de compartirla con nosotros es la alegre especificación de gastos “extraños” para un partido político: kilos de Lacasitos, supongo que para dar de comer al “poni” que también aparece en los gastos, aunque no así su pienso o paja con que alimentarlo. Cantidades ingentes de sobres comprados, seguramente para ser llenados con ingentes cantidades. Estos y otros ejemplos de gestión y la alegría y tranquilidad con que gastaban y anotaban unos “dineros” que, ahora, el juez terminará aclarando si su origen era legal o tenían dudosa procedencia.
De una u otra manera, “A” o “B” o quizás de una combinación de ambas, es como puede explicarse el aumento de patrimonio de todos los nombres que van apareciendo en las listas que publican los periódicos. Cuando un servidor público se enriquece exageradamente, es más que seguro que su moral se ha empobrecido en la misma proporción.

Los políticos que a diario toman decisiones que afectan a la vida de la gente, que bajan el sueldo de funcionarios de los que depende nuestra salud, la educación de nuestros hijos o el cuidado de los dependientes, que conjuran a todos en un sacrificio por el país que ya toma tintes dramáticos, que son capaces de cercenar derechos conseguidos a lo largo de muchos años, deberían sentir en su mano que ese dinero indigno les quema al recogerlo porque les hace igualmente indignos y porque les adormece la moral restringiendo sus opciones de elegir porque… ¡Nada se da gratuitamente!

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