25 may 2011

El castigo es exagerado, el premio inmerecido

El castigo sufrido por el PSOE en estas elecciones municipales y autonómicas es un hecho que no se puede discutir, tan irrefutable como, a mi modo de ver, exagerado.

La política llevada a cabo por el gobierno estos últimos años, las medidas de ajuste tomadas, han acabado por hacer olvidar los avances sociales que se impulsaron contribuyendo de manera notable al estado del bienestar y han terminado por aplastar electoralmente al partido socialista este pasado domingo.

¿Se han olvidado los votantes de que eran elecciones municipales y autonómicas? Poco o nada se ha valorado la buena, regular o mala gestión en ámbitos locales o regionales, no se han tenido en cuenta las posibilidades de mejora que contenían los proyectos con sus políticas, competencias y personas bien diferenciadas. Simplemente se ha castigado a los candidatos socialistas, en el poder o en la oposición a partes iguales, desestimando, de forma un tanto gratuita por la falta de reflexión, las gestiones de unos o los objetivos de otros. Es un castigo exagerado.

Por otra parte, el PP ha obtenido unos resultados históricos, tan abultados como a mi modo de ver, inmerecidos. Una precampaña y campaña electoral sucia, donde no han mostrado un proyecto definido, ni propuestas concretas, han induciendo al engaño y han introducido aspectos de carácter general y olvidado los temas de gestión más próxima que se jugaban el día 22 de mayo.

Con todo ello han conseguido recibir un voto de la izquierda que no les pertenece. Una izquierda indignada, un regalo difícil de entender, más allá de ese cabreo o desilusión. No creo que, este tipo de votantes, pretendan esperar soluciones de izquierda en un gobierno a partir de ahora de derechas que, eso sí, con toda legitimidad, va a gobernar prácticamente todos nuestros pueblos y comunidades. Es un premio inmerecido.

El partido socialista tenía proyecto, tenía propuestas, presentaba gestión. Un partido volcado en defender y mejorar los servicios públicos, el estado del bienestar, los avances sociales…pero nada de eso ha sido escuchado, amén de la impotencia de no disponer de un cauce de comunicación que hiciera llegar el mensaje, no se ha querido escuchar, simplemente se ha castigado.

Muchos han sido los candidatos a los que de nada les ha servido su buena gestión o su proyecto ambicioso, personas competentes que han pagado actuaciones ajenas. A todos ellos, mi apoyo como compañera, y animarles a seguir trabajando y luchando por mejorar la sociedad.

Ahora al partido socialista sólo le queda asumir la derrota y ponerse a trabajar en firme de ahora en adelante. Citando a Coelho…“Ponerse en movimiento es importante, pero lo más importante es mantener el entusiasmo inicial, persistir y no rendirse a pesar de las dificultades. Porque vamos a tener tropiezos. La clave no está en no caerse sino en saber levantarse y continuar.”