7 sept 2011

Carta de una profesora a Esperanza Aguirre

A la atención de la Sra. Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid.
 
Muy Sra. Mía:
 
Le escribo esta carta en respuesta al escrito que nos ha hecho llegar,  junto a la nómina, a l@s profesor@s de Educación Secundaria. Y lo hago porque creo que está usted muy desinformada, puesto que si no fuese así, querría decir que usted está mintiendo a propósito, y prefiero pensar que eso no es cierto.
 
Lo primero hacerle saber que a l@s profesor@s de Secundaria no nos han aumentado la jornada laboral. Nuestro horario es de 37’5 horas semanales, igual al del resto de l@s trabajador@s de la Comunidad de Madrid. Eso incluye las horas lectivas, las horas de guardia, las horas de atención a padres, las horas de las reuniones de departamentos, las horas de las reuniones de Juntas Docentes, los Claustros, los Consejos Escolares, las evaluaciones, las horas de cuidado de la biblioteca, la corrección de ejercicios, exámenes y trabajos, la preparación de clases, el recuento de faltas y calificaciones, la organización y ejecución de actividades complementarias y extraescolares (visitas, intercambios, festivales, graduaciones, viajes fin estudios, charlas en el centro…), la investigación en cada campo y materia, la actualización pedagógica y de contenidos, la preparación y puesta a punto de laboratorios y aulas específicas (música, tecnología, plástica…), el mantenimiento de los recursos TIC de los centros…. Supongo que su ignorancia de todos estos aspectos de la práctica docente (sorprendente, por otra parte, para quien ha sido ministra de educación) es lo que la ha llevado a hacer declaraciones desacertadas en los medios y a pensar que nuestra indignación y preocupación se debe al aumento de dos horas lectivas en nuestro horario.
 
Le informo, así mismo, que el problema no es económico. Me parece una ofensa que nos intente comprar con una miseria de complementos por realizar unas funciones para las que lo que realmente se necesita es tiempo y dedicación, como la tutoría de grupos, la coordinación de las TIC, etc. Y peor aún que lo utilice en nuestra contra en los medios de comunicación.
 
Lo que queremos l@s profesor@s de Educación Secundaria, junto con muchas familias madrileñas (entre las que también me incluyo, pues soy trabajadora y madre de la escuela pública) es que dejen de recortar recursos de la Escuela Pública para desviarlos a otros menesteres. Porque, Sra. Aguirre, a la Comunidad de Madrid no la faltaría dinero si ustedes lo hubiesen gestionado bien. Queremos que dejen de hipotecarnos para muchos años con obras e inversiones que no nos interesan ni benefician y que no vamos a utilizar la mayoría de nosotr@s. No queremos que se subvencionen uniformes que imponen las escuelas concertadas, no queremos que se desgraven impuestos quienes optan por llevar a sus hij@s a colegios privados (puesto que, seguramente, no necesitan esa desgravación y son quienes más privilegios tienen), no queremos que permitan que las escuelas concertadas cobren a las familias de manera encubierta con el beneplácito de la Administración, no queremos que grandes empresas sean concesionarias de enormes gastos a las cuentas de educación (como el programa MIES y tantos otros, que ustedes presentan como mejoras y que son un derroche de dinero público), no queremos que se subvencionen guarderías privadas, no queremos Bachilleratos elitistas para “excelentes” (es fácil ser “excelente” cuando se es un privilegiado, no hay que esforzarse mucho)… No queremos que se gasten un dineral (que es nuestro) en una campaña publicitaria para “defendernos”. No lo necesitamos. Basta con que pare de atacarnos y nos deje trabajar.
 
Si ustedes no dilapidasen nuestro dinero en todo lo anterior, las escuelas infantiles seguirían teniendo ratios por aula razonables y auxiliares para colaborar con las educadoras, los centros de Primaria y Secundaria seguirían teniendo especialistas de todos los ámbitos necesarios (ATS, terapeutas, logopedas, profesores de compensatoria y de pedagogía terapeútica), las familias seguirían pudiendo disponer de rutas escolares, en los IES se podrían seguir haciendo desdobles, grupos flexibles, etc., porque habría cupo suficiente de profesores…, y en la Comunidad de Madrid no habría 6.000 parad@s más con respecto a hace dos años.
 
Somos muchas familias y profesionales los que creemos en la escuela pública (y en el resto de servicios públicos básicos e imprescindibles, como sanidad, servicios sociales, etc…). Estamos convencid@s de que es la que mejor garantiza la igualdad de oportunidades. Y la experiencia ha demostrado que es donde mejor calidad se puede ofrecer. Es una escuela integradora, no segregadora. Donde, además de formar académicamente, se educa para ser “excelentes” ciudadanos. Donde se enseña a convivir tod@s junt@s, respetando y aprendiendo de las diferencias y enriqueciéndonos mutuamente tanto quienes tienen la suerte de disponer de “altas capacidades” como quienes tienen especiales dificultades de tipo físico, social o económico.
 
Espero que con esta carta “descubra” el sentir del profesorado y las familias de la escuela pública, y gracias a esta información sean capaces de compartir realmente con nosotr@s la responsabilidad que tienen con la formación de nuestros jóvenes. Y se den cuenta de que se están equivocando de camino. Nosotr@s vamos a seguir luchando por mantener y preservar la calidad de nuestra educación pública.
 
Que Dios les ilumine y les bendiga para que sean capaces de tomar las decisiones adecuadas,
 
 
S. L. S.
Profesora y madre de alumn@s de la Escuela Pública

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