Un año más llegó a Rivas el Open de Tenis en Silla de Ruedas...un año más pudimos disfrutar de este apasionante deporte.
Los participantes, venidos de diferentes puntos de España, demostraron su valía, su entrega, su pasión por el deporte y lo más importantes...su compañerismo. Era una competición, si, pero una competición entre amigos, entre jugadores que dentro y fuera de la pista demostraban la amistad que les une. Jugadores que se dejaron la piel para que disfrutásemos del mejor de los juegos. Al final no todos se alzaron con la victoria, no todos se fueron con un trofeo a casa...pero si que se llevan a casa, una vez más, cuatro grandes días entre risas, compañeros y amigos.
Quienes allí estuvimos pudimos disfrutar y así lo hicimos. Conocimos grandes jugadores y mejores personas. Tuvimos la oportunidad de ponernos en su piel durante unos momentos, y sentados en una silla, raqueta en mano, comprobamos lo difícil que es y lo fácil que parece cuando lo hacen ellos. Yo no sabía si me sobraba raqueta o me faltaba mano, tenías que ser capaz de empuñar fuerte la raqueta mientras impulsabas la rueda para llegar a la pelota, acordándote que en el momento de golpear, con la otra mano, tenias que bloquear la silla para poder dar fuerza a la raqueta...En definitiva, pudimos comprobar el gran mérito que tienen estos grandes deportistas.
Este año era la quinta edición del Open, pero seguro que no la última. Gracias a FUNDAR por hacer posible que en Rivas podamos disfrutar de este gran deporte.
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